El sistema está diseñado para reconocer a los humanos (de diferentes tamaños), los coches (de diferentes formas y tamaños), las bicicletas y las motocicletas. El ordenador analiza los objetos que ve la cámara y utiliza la inteligencia artificial para asignarles un "valor": "esto parece un 80% humano, aquello parece un 92% coche, etc.". Si un objeto parece menos de un determinado % de lo que el ordenador está programado para reconocer, lo ignora. También busca los bordes de la carretera y los carriles pintados para analizar si el objeto está en su camino o si la carretera lo evitará. Todo el proceso de "reconocimiento" de un objeto y de decidir qué hacer es muy rápido, tarda menos de 200 ms.
Es un sistema muy "inteligente". Por ejemplo, no frenará bruscamente si ve a alguien de pie justo delante del coche en el borde de una curva, porque es lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de que girará antes de golpear al humano. Pero reaccionará ante una persona que está a un lado, pero que camina hacia la carretera delante de usted. Y no frenará por los árboles que hay a lo largo del borde de la carretera (porque no parecen un coche o un humano).
El sistema NO está diseñado para reconocer ciervos, perros, gatos, pollos, caimanes, cerdos salvajes, conejos, etc. La complejidad y el número de formas diferentes que habría que analizar e identificar como "peligro" frente a "seguro" supera lo que los ordenadores pueden hacer con la suficiente rapidez (todavía). Podría intentar programar el sistema para que reconozca una amplia gama de objetos, pero esto ampliaría el tiempo de reacción, y en un sistema como ese, el tiempo de reacción rápido es esencial.
Una última consideración. El sistema de frenado automático está diseñado para salvar vidas, no parachoques. Intentará frenar y detener el coche, pero dependiendo de su velocidad, las condiciones de la carretera, la visibilidad, etc., puede que no sea suficiente para evitar el contacto. Sin embargo, en la mayoría de los casos, reducirá la velocidad del coche lo suficiente como para salvar la vida del peatón o la suya. Si golpea el coche que tiene delante, es culpa suya, no del sistema de frenado automático. Sigue siendo responsable de mantener una distancia de seguridad, la velocidad y la atención. Si el freno automático no evita una colisión al 100% y acaba con una abultada factura del taller, esté agradecido a los ingenieros de Toyota por salvarle el c$$, en lugar de quejarse de que el sistema de frenado automático no es lo suficientemente inteligente como para compensar sus errores de conducción.